Hace poco comencé una nueva serie sobre el modelo CAPM, donde introduje de qué iba esto y para qué servía. En esta parte, vamos a entrar en materia y a ver de dónde sale la famosa ecuación del CAPM, que es la siguiente:
Parece muy simple, y lo es. Apenas hay un puñado de variables en la fórmula y conseguirlas no es demasiado complicado. De hecho, en la serie de artículos sobre la teoría de selección de carteras ya se han visto algunos de estos conceptos.
Rf, como muchos habréis adivinado, es la rentabilidad libre de riesgo. No creo que valga la pena hacer comentarios redundantes, así que si a alguien se le escapa qué es esto, que vaya ya al artículo del enlace anterior. Rm corresponde a la rentabilidad del "mercado", donde "mercado" (el entrecomillado es mío) quiere decir el conjunto global de valores cotizados. Vamos, que si quieres que el "mercado" sea el IBEX 35, es correcto. Si quieres que sea el mercado continuo, es correcto. Y si quieres que sea el MSCI World, es correcto. ¡Prueben cualquiera y elijan el que confirme su sesgo! Por último, Ri significa el rendimiento esperado de la acción con la que estemos trabajando.
He dicho "por último"... pero me he dejado algo. La beta. Este término no es más que el cociente entre la covarianza (es decir, la relación) entre la rentabilidad de la acción en cuestión y la rentabilidad del mercado, y la varianza de la rentabilidad del mercado. Algo así:
La beta está pensada para medir la sensibilidad de la acción con la que trabajamos respecto del mercado. Por tanto, mide cuán arriesgada es una inversión (en realidad esto es mentira, la volatilidad no es lo mismo que el riesgo). A mayor beta, mayor rentabilidad se le exigirá a una acción.
Básicamente, así funciona el modelo CAPM. En el próximo artículo veremos ejemplos reales para ilustrar la explicación. Aquí abajo dejo un vídeo de Warren Buffett hablando sobre el riesgo, la beta y la volatilidad. Espero que ayude a desmitificar este tipo de modelos.
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