El mundo de los esquemas Ponzi (I): sus orígenes y características

Por Daniel García.

Este es el primer artículo de una serie cuyo objetivo es analizar los esquemas Ponzi más famosos de España y del mundo. A lo mejor el término "esquema Ponzi" no le es familiar, pero en realidad lo conoce muy bien. Puede que el término "estafa piramidal" le despierte más recuerdos. Aunque el segundo es un tanto ambiguo (también se aplica a algunos negocios de marketing multinivel que juegan con el engaño sistemático), muchas veces se usa como sinónimo del primero. Y es algo muy peligroso.

Un esquema Ponzi es un sistema de financiación en el que la rentabilidad no se obtiene con la puesta en marcha de un negocio o de una actividad económica, sino con los fondos de nuevos inversores. Esto lo convierte en una actividad ilícita y fraudulenta. Las personas que acuden a depositar su dinero creen que realmente existe alguna actividad productiva o comercial detrás de la fachada, pero no es así. Los elevados retornos prometidos (y, hasta que llega el colapso, cumplidos) a los inversores se pagan con las aportaciones que van llegando.

Aunque a lo largo de la historia hubo algunos episodios así, recibe su nombre de Carlo Ponzi, un inmigrante italiano que llegó a Estados Unidos como maniobra estratégica de su familia, harta de las complicaciones que causaba con sus repetidos robos. En América tampoco tuvo demasiado éxito en un principio, puesto que le pillaron primero robando a los comensales del restaurante donde comenzó a trabajar y más tarde, en un banco de Canadá, falsificando documentos de los clientes para embolsarse algunos dólares. Pasó varios años en la cárcel en dos ocasiones y probó suerte con empleos que no prosperaron.


Cómo identificar un esquema Ponzi detrás de un proyecto de ...


Sin embargo, en 1919 su suerte cambió a mejor. Hay que reconocer que Carlo Ponzi contaba con una gran labia para convencer y tranquilizar a cualquiera con el que tratase, además de ser un hombre avispado y saber sacar tajada de ciertas situaciones. Una de ellas fue cuando se enteró de la existencia de algo llamado "cupón de respuesta internacional". Estos eran unos papeles convertibles en sellos en cualquier país, que se adquirían al mismo coste que un sello en el país de origen.

Si los mercados no tuviesen ninguna restricción, ni barreras, ni costes de transacción ni de transporte, eventualmente los precios de los sellos (y de los cupones) en todos los países tenderían a converger. Alguien podría comprar cupones en un país barato, como Italia, e intercambiarlos por sellos en un país caro, como Estados Unidos. Esa persona conseguiría un beneficio sin riesgo gracias a las inconsistencias en los mercados (lo que se conoce como arbitraje) y, si el mercado cumpliese las características descritas, los precios en Italia tenderían a aumentar y en Estados Unidos a descender, hasta que no hubiese posibilidad de obtener ningún beneficio.


Ponzi Scheme | National Postal Museum


Esto es lo que Ponzi descubrió, así que presentó su idea a los primeros inversores prometiéndoles un 50% de rentabilidad en 45 días o un 100% en 90 días. Cuando venció el plazo... pagó. Esto animó a los inversores, que reinvirtieron el capital más los intereses. Asimismo, al extenderse la noticia, cada vez más personas acudieron al milagroso negocio del señor Ponzi para participar en él. Nuestro estafador llegó a ser muy rico y a manejar millones de dólares de la época. Incluso tomó el control del banco donde depositaba sus ahorros.

Sin embargo, las críticas por parte de los escépticos llegaron pronto. Un analista financiero llamado Clarence Barron calculó que, dado el volumen de depósitos de la empresa, harían falta 160 millones de cupones para respaldarlo, pero solo existían 27000. Efectivamente, Ponzi no compró ni un solo cupón durante toda su aventura. Pero aun así la borrachera duró unas semanas más. Aunque finalmente el sistema colapsó, algo a lo que estaba destinado, y mucha gente perdió sus ahorros. Ponzi fue declarado culpable de fraude y enviado a prisión. Pasó sus últimos años en libertad en Brasil, donde murió en la década de los 40.

Aunque parezca mentira, los esquemas Ponzi se han repetido en multitud de ocasiones llegando a cifras millonarias. Sin embargo, se les puede identificar fácilmente reconociendo las siguientes características:
  • Rentabilidades muy elevadas, normalmente por encima de la media del mercado.
  • El modelo de negocio no es claro.
  • La empresa o el particular no están amparados por el regulador financiero (en el caso de España, la CNMV).
  • Sus cuentas no están auditadas.
  • Sus resultados muestran una evolución suavizada, sin grandes coletazos ni volatilidad.
Precisamente la CNMV dispone de un decálogo para evitar chiringuitos financieros al que cualquiera debería acudir en caso de dudas.

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