El mundo de los esquemas Ponzi (IV): el marketing multinivel

Por Daniel García.

Esta es la última parte de una serie de artículos. Si no lo has hecho aún, echa un vistazo a la primera, segunda y tercera parte.

No sería de recibo finiquitar la rápida mirada a los esquemas Ponzi sin mencionar el marketing multinivel (MLM, por sus siglas en inglés). Esto es así, a pesar de que no se traten de esquemas Ponzi al uso, por dos razones: pueden ser incluso más devastadores que las estafas piramidales tradicionales y llegan a muchas más personas.

¿En qué consiste eso del MLM? Básicamente, es un modelo de distribución donde los minoristas son personas independientes que entran a formar parte de la red de la empresa con una relación mercantil, pero no laboral. Vamos, que trabajan como autónomos, a pesar de que normalmente tienen que cumplir unas normas bastante limitadoras. Algunas empresas que trabajan con este modelo son Avon, Amway o Herbalife.


Herbalife Logo by Demi Louka on Dribbble


El marketing multinivel está amparado como práctica comercial por la Ley 7/1996, de 15 de enero, de Ordenación del Comercio Minorista. Más precisamente, por su artículo 22. Hasta aquí parece todo correcto. Entonces, ¿qué pintan estas empresas como colofón de una serie sobre los esquemas Ponzi?

Para empezar a entender la delgada línea que separa el MLM de la estafa basta con leer el artículo siguiente de la misma ley. En él se prohíbe las ventas en pirámide, haciendo alusión a otro texto del ordenamiento legal. "Se considera desleal por engañoso, en cualquier circunstancia, crear, dirigir o promocionar un plan de venta piramidal en el que el consumidor o usuario realice una contraprestación a cambio de la oportunidad de recibir una compensación derivada fundamentalmente de la entrada de otros consumidores o usuarios en el plan, y no de la venta o suministro de bienes o servicios".

Vamos, que formar una red de distribuidores independientes para responder a una demanda existente está bien. Pero seducir a un número infinito de personas para que entren a un plan en el que su esperanza de conseguir ingresos pasa por reclutar a otros más que por comercializar el producto es un delito. ¿Cómo se diferencia un caso de otro?

La respuesta corta es que es imposible. No hay ninguna manera de determinar con absoluta certeza y en todo momento qué se trata de un negocio legítimo y qué no. En ese eje, habrá empresas MLM claramente legales y otras manifiestamente fraudulentas. Sin embargo, de la extensa zona gris que se encuentra en medio no se puede determinar nada con claridad. Esto es causa y a la vez efecto de que muchas empresas se hayan extralimitado en sus prácticas comerciales y de reclutamiento, lo que enfanga aún más el análisis.

El caso más famoso y polémico es el de Herbalife. Esta compañía estadounidense de suplementos alimenticios ha tenido desde siempre problemas con las autoridades, pero alcanzó una magnitud mayor en 2012, cuando el gestor de fondos Bill Ackman anunció que Herbalife seguía un esquema piramidal y que había vendido en corto acciones de la compañía, puesto que creía que su valor intrínseco era nulo.

Esta batalla duró varios años, hasta que Ackman deshizo su posición en 2018. Las cosas no resultaron como esperaba, en parte porque la investigación de la Federal Trade Commission concluyó en 2016 con una multa de 200 millones de dólares y la obligación de reestructurar el negocio. Sobre esto hay todavía serias dudas, puesto que el funcionamiento perverso de la cadena de Herbalife sigue siendo prácticamente el mismo, según Facts About Herbalife. En cualquier caso, el documental "Betting on Zero" cuenta extensamente esta historia:





Es curioso ver que alguien tiene más probabilidades de salir bien parado en un esquema Ponzi que en una red multinivel, según señala el estudio de Jon Taylor, miembro de la FTC estadounidense. Las cifras son apabullantes: el 90% de los participantes en una estafa piramidal pierde, mientras que en el MLM este porcentaje se eleva hasta el 99%. Como dice el propio autor, esto hace que incluso los juegos de azar sean una buena opción en comparación.

En definitiva, las empresas de marketing multinivel no son, estadísticamente hablando, una mejor opción que una estafa piramidal al uso. Haríamos bien en rechazar cualquier oferta de empleo de este tipo, por muy desesperado que se esté.

Como extra, dejo aquí abajo una entrega del programa Last Week Tonight sobre este tema, que no tiene ningún desperdicio:



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