El mundo de los esquemas Ponzi (II): Madoff y su spin-off española

Por Daniel García.

Si aún no has leído la primera parte de esta serie, puedes hacerlo aquí.

El 29 de junio de 2009, Bernard Madoff fue condenado a 150 años de prisión. Parece una locura, pero la condena está a la altura del agujero que dejó: 65.000 millones de dólares. De ellos, 13.300 millones lograron recuperarse. El resto de la pérdida la asumieron multitud de individuos estafados.

Y es que, realmente, nadie se podía esperar algo así. Madoff inició su carrera como corredor de Bolsa en 1960 y terminó por convertirse en el market maker del Nasdaq 100, el índice estadounidense de empresas tecnológicas. Esta actividad era una de las dos que albergaba su empresa. La otra se basaba en el asesoramiento financiero a grandes clientes. Bancos, aseguradoras, fondos de inversión, particulares acaudalados y hasta ONGs tenían su dinero en manos de Madoff. Su diferencia con Carlo Ponzi fue que se centró en captar los fondos de gigantes mundiales, y no de cualquiera que entrase a su oficina.


Madoff, el mayor estafador de la historia: ¿una buena persona o un ...


La pirámide comenzó a construirse en 1992. Ni siquiera su familia lo sabía. De hecho, sus hijos le entregaron a las autoridades tras la confesión que su padre les hizo a finales de 2008, ante la imposibilidad de devolver los fondos que los clientes estaban retirando debido a la crisis financiera.

A diferencia de Ponzi, Madoff no ofrecía rentabilidades estratosféricas a sus clientes y esto fue lo que hizo que la pirámide se sustentase durante tantos años. Su rentabilidad media era de en torno al 8-12% anual, en línea con lo obtenido por el mercado y en ocasiones incluso por debajo. De esta manera evitaba llamar demasiado la atención y mantenía un perfil bajo, lejos de muy probables críticos e investigadores que desmontasen su teoría.

En esa teoría, Bernie utilizaba una estrategia conocida como split-strike conversion. Grosso modo, consiste en comprar un conjunto de acciones parecido al de un índice. Al mismo tiempo, se venden opciones de compra (calls) cuyo precio de ejercicio esté por encima del precio de mercado. También se compran opciones de venta (puts) cuyo precio de ejercicio esté por debajo del de mercado. Así, en teoría, se disminuye la volatilidad y, tanto si hay ganancias extraordinarias como pérdidas extraordinarias, se compensan. Como resultado, la comparativa entre el Standard & Poor's 500, otro índice, y su estrategia resulta en algo tan grotesco como esto:


No Silver Bullets in Investing - GMO - Commentaries - Advisor ...


Efectivamente, la rentabilidad de Madoff seguía una línea recta, algo que nunca jamás se veía en el mercado. Durante el periodo considerado destacan la burbuja de las puntocom o la burbuja inmobiliaria, que precedieron a sendas crisis. El S&P 500 refleja perfectamente estos sucesos, con una tendencia extraordinariamente alcista primero y un pinchazo de la burbuja después. Pero la inversión de Madoff es inmune a cualquier volatilidad o comportamiento cíclico. Siempre gana. No gana más que el mercado en tiempos de euforia, pero a largo plazo sus resultados se equilibran. ¿Cómo era posible?

Era posible, precisamente, porque las operaciones no existían. En los informes que entregaba periódicamente a los reguladores del mercado de valores solo recogía una pequeña participación en ciertas empresas, argumentando que el resto lo mantenía en liquidez para evitar que otros inversores copiasen su estrategia. Como hemos dicho, todo terminó saltando por los aires cuando la música paró de sonar. Harry Markopoulos y Neil Chelo advirtieron en repetidas ocasiones y ante el propio regulador estadounidense que aquí había gato encerrado, pero se ignoraron sistemáticamente sus informes. El documental "Persiguiendo a Madoff" narra su historia. Para más inri, a posteriori se demostró matemáticamente la imposibilidad de tales resultados, en el paper "Mr. Madoff's Amazing Returns: An Analysis of the Split-Strike Conversion Strategy".

Repetir un fraude así parecería imposible. Con una magnitud tan elevada de pérdidas y con clientes tan importantes afectados, tanto las autoridades como los particulares y las empresas de todo el mundo deberían haber afinado sus criterios de elección de inversiones. Pues bien, no es así.

Esta es la razón por la que decidí escribir esta serie de artículos. Hace pocos días me topé por internet con el siguiente gráfico. A ver de qué nos suena.


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Vamos a limitarnos a leer las señales. Se trata de padre e hijo de una familia con fama por haber ganado dinero en juegos de azar, pero sin ningún conocimiento de mercados financieros, ni acreditación oficial para asesorar a clientes. La rentabilidad es una línea recta, aunque en este caso no es para nada sutil. La rentabilidad histórica, según también detallan en su página web, es del 1% diario. Repito, DIARIO. Sin volatilidad. Si se empezase con 1.000€ y se reinvirtiesen todos los beneficios de cada día, se acabaría el año con casi 38.000€. Si se esperase durante 2 años, la cifra obtenida sería de más de 1,2 millones de euros. Pero lo mejor es el nombre: "arbitraje MC cripto-fiat". Parece muy sofisticado, pero nadie sabe de qué se trata.

Acudiendo a su web, parece ser que se aprovechan de ciertas ineficiencias del mercado (esa es la definición de arbitraje). Igualito que Ponzi. Solo que en lugar de manejar cupones de respuesta y sellos, juega con criptodivisas y monedas fiat. Un poco extraño que relacionen el éxito de su sistema con unos u otros algoritmos, cuando lo verdaderamente importante en el arbitraje es la capacidad tecnológica. Máquinas muy rápidas capaces de gestionar inmensa información ajustada al enésimo decimal en fracciones de tiempo cada vez más reducidas. ¿Están diciendo que su sistema gana a las grandes empresas que cuentan con estas máquinas y que ya se encargan de ajustar el mercado y eliminar las posibilidades de arbitraje?

Para poner la guinda a este pastel, la CNMV publicó un comunicado en enero de 2020, el mismo mes en el que Mind Capital se abrió al público, informando que la plataforma no está autorizada para prestar servicios de inversión. Veremos cuánto tardan en desmantelar el chiringuito.

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