Calls y puts

En los mercados financieros no solamente existen activos básicos, como acciones y bonos, sino que también podemos encontrar derivados financieros. Estos derivados financieros, como su nombre indica, son valorados no en función de su propio valor intrínseco, sino en función del activo subyacente del que derivan. Parece un trabalenguas, y lo es. Algunos instrumentos complejos son tan retorcidos que probablemente no los entienda ni quien los creó.

Pongamos un ejemplo de un derivado financiero: una opción call (o call a secas). Imagina que estamos de nuevo en marzo de 2020, cuando las bolsas de todo el mundo se estrellaron debido a la pandemia. En algún momento de la caída, alguien hubiese podido pensar: "Oye, a lo mejor todo esto es infundado. Voy a asegurarme la opción de comprar acciones de X compañía dentro de 3 meses al precio actual. Si el problema pasa rápido, puedo ejercer mi derecho, comprar al precio pactado y revender en el mercado automáticamente, puesto que una gran parte de la cotización se habrá recuperado. Si esto aún no ha terminado de irse a pique, entonces paso". Es decir, que la persona necesita un acuerdo que le confiera el derecho, pero no la obligación, de adquirir en junio una acción determinada a un precio establecido, independientemente de cómo cotice en el mercado para entonces. Esto es una call. Y al contrario, si de lo que hablamos es del derecho de vender una acción a un precio fijado, se le llama put.




Por supuesto, nadie quiere ser la contraparte del acuerdo porque sí. Las opciones tienen un precio propio, que es diferente al de la acción a la que se refieran. Esto se llama prima de la opción, y la recibe el vendedor de la misma. Vamos, que es posible comprar una opción de compra, vender una opción de compra, comprar una opción de venta y vender una opción de venta. El trabalenguas. Para aclararnos, vamos a ver un par de ejemplos. En concreto, el de una compra de una call y el de una venta de una call.

En primer lugar, tenemos la situación en la que vemos la posibilidad de un mercado alcista en el futuro y queremos aprovecharla con la compra de una call. Si el mercado nos da la razón, ejercemos el derecho de compra, el vendedor de la opción nos vende la acción al precio acordado y nosotros lo revendemos en el mercado a un valor mayor.




Como vemos, de entrada tenemos pérdidas, puesto que la opción no es gratis. Para obtener beneficios el precio deberá no solo subir, sino subir lo suficiente como para compensar la prima que hemos pagado.

En el segundo caso, nosotros somos el vendedor de esa call. Si el comprador ejerce su derecho, deberemos acudir al mercado, comprar la acción en cuestión, vendérsela (se sobreentiende que más barata) y cargar con las pérdidas (ojo, que si el precio aumenta pero no lo suficiente el vendedor hará este proceso pero lo que gana con la prima será mayor que el margen negativo de la operación, por lo que obtendrá beneficios). Si no ejerce este derecho, el vendedor gana la prima íntegra.




Hay mucha más miga alrededor de las opciones y volveremos sobre ellas en artículos posteriores.

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